2/1/07

Valparaiso siempre


Vista desde los cerros.


No estoy muy seguro, considerando que no había explicaciones acompañando la foto, pero me parece que debería ser el Cerro Yungay. En todo caso la iglesia que se ve al fondo estaba situada en ese cerro, en las cercanías de la Avenida Alemania.

También recuerdo que esa misma iglesia se ve
ía desde el patio de la escuela donde hice mis primeros estudios, la N° 19 en el Cerro Florida, y que años mas tarde fuera destruida en un terremoto (especialidad local). Fué enseguida demolida y existe, con el mismo numero por lo menos, pero en otro local.

Una vez, algunos años después, buscando las huellas de mi pasado, pasé por ah
í de nuevo y quedaba solamente la escala que daba acceso al pórtico y una serie de escombros mas atrás, casi como una herida abierta en el paisaje... Escala que subí y bajé cientos de veces...

Una de las raras veces en que fui a misa, y en aquella iglesia justamente, sucedió cuando la madre del Director de dicha escuela falleció, as
í que en esa mañanita de Dios no hubo clases (o casi) para nuestro jolgorio colectivo. Pero hubo después que ir en masa a asistir a la misa por la pobre señora y poner una cara trágica, para no desentonar con la ceremonia.

A mi el único problema, bueno, entre otros, es que en ese tipo de situación me bajan unas ganas locas de hacer el loco justamente. Ya sea haciendo morisquetas o sacando al aire uno de mis múltiples ruidos o imitaciones... such is life...

También había como una explanada por allí cerca, con arboles al medio y donde se instalaba un mercado un par de veces a la semana, seguramente los Miércoles y Sábados. Años mas tarde y ya guaina, primer año en la Universidad seguramente, fui a pasearme por ahí, tranquilo, barbudo, con mi eterno gorrito de lana, fumando unas yerbas y la explanada aquella ya no existía. Había sido reemplazada por una serie de mediaguas (casas que se suponían provisoras y que duraban años) y de todos colores. Otra especialidad local y que surgían como callampas luego de los ya mencionados terremotos o las también horripilantes inundaciones. Se puede también agregar los incendios.

Maneras bien poco simpáticas que tiene la Naturaleza o el Destino de recordarnos lo frágil que es nuestra existencia. Como si uno ya no lo supiera...

En aquella lejana época, fines de los años 50, las clases no eran mixtas, de manera que los pelotudos iban en la mañana y las niñitas en la tarde y a otra escuela mas encima, la N° 20 y que estaba casi al frente.

En otras palabras, minas, uno no ve
ía nunca... aparte las minas de lápiz...

Fuck it..!

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