10/10/06

1997


Julio del 1997.




Si, y en pleno verano Europeo, aunque alla en las Américas del Sur se estén recontra cagando de frio, viento y lluvia, aqui el sol azota y muerde la pelada terrible y alegremente.

Cosas a las que me ha costado terriblement acostumbrarme, sobre todo en las épocas navideñas, que en mi mente añosa y apolillada son sinonimo de sol, calor, playa y pieles de minas cada vez mas al aire y al mismo tiempo bronceadas.

Entre tanto aqui reinan el frio, la lluvia, a veces la nieve y sobre todo un cielo gris como rata anémica y toda
la gente, vestida con ropas obscuras y austeras y sobre todo tirando terrible caracho... Nunca he podido comprender por qué la gente se viste de esa manera, cuando me parece que lo mejor seria de ponerse ropas bien coloridas. Una forma a lo mejor de ayudar a levantarse el animo. Mi venganza, vana y tonta, pero inevitable, llega en el mes de Junio, momento en que empieza el verano aqui y donde la situacion se vive al revés...

Sus graciosas majestades notaran la luz maravillosa que nos ilumina y sobre todo mi brazo (algo escualido) pero sumamente bronceado.

Por lo de las minas, la del vestido rojo es Sophie, en curso de aprentizaje de Farmacia y la otra del medio, Anne...

Mujeres sumamente sexies, con miradas de acero y lenguas de serpiente.

La ocasion, era el matrimonio del hijo mayor del jefe de servicio y por esta vez no voy a dejar caer los nombres de dichos personajes, no vaya ser cosa que el Mossad se me venga encima y me agarren a coscachos...

En todo caso notaran que todavia me quedaba un poco de pelito en la parte superior del craneo... y un poco de champagne en el vaso...

Ahora no tengo ni el uno, ni el otro...

ha, ha, ha..!

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