27/10/06

2005



Con Emilie, después de su concierto en Montpellier...

Por aquí los curiosos e interesados, si quieren escuchar la música y sobre todo la voz y los textos de la mijita rica en cuestión, basta con seguir este lazo sencillamente ==> http://www.myspace.com/emklem

Hasta la vista..!

No quise mas aquella vez, lo cual es verdad, ya que después del concierto y la tomatera party que vino después, me encontré con un loquillo chileno que conozco de vista y desde añazos ya, Mario, de Gomez Carreño, al cual se le rinde un homenaje, aunque a lo mejor no lo sepa nunca. Who cares anyway...

Siniestro personaje y que camina kilómetros todos los dias, siguiendo aquel viejo precepto, que se ha transformado en toda una filosofía, la del "pobre caminante" y del cual me hago el eco yo también, ya que una de mis buena costumbres y que data de los años 60 en Valparaiso y que es de hacer todo "a pata no mas"...

Agrego también que fué uno de mis numerosos apodos, cuando estaba en la Universidad por lo menos y que una de mis especialidades era de irme a pata desde alla (cerca del Estadio en Playa Ancha) hasta la casa de la santa abuelita, (detras de la avenida Argentina) lo cual significaba mas o menos una buena hora de marcha.

Lo otro que me molesta ahora, cuando recuerdo todo éso, es de no haber tenido en aquellos años un lector mp3 o algo por el estilo, para amenizar la caminata. Y no era por falta de guita, aunque de todas maneras habría sido el problema principal también, si no que porque todavía no existían los mentados aparatos aquellos, snif, snif...

Y ahi llego, de repente, cuando el concierto ya se habia terminado, caminando como una alma en pena y sin que nadie lo llamara, salvando la onda. Sobre todo que andaba con la guitarra alcahuete y un bolso lleno de botellas de Heineken. Una de mis bebidas favoritas y con el cual terminé tomando aquella sublime cerveza, cantando, inventando letras y hablando boludeces hasta las 5 de la mañana. También se nos agrego un arabe, que se instalo con nosotros y converso su resto también. De mas esta decir que luego llegué al departamento, muerto de risa y mas cocido que poto de guagua.

Momentos simpáticos y que dejan su huella : una sonrisa en la memoria y un zumbido en la oreja...

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