Con Emilie, después de su concierto en Montpellier...
Por aquí los curiosos e interesados, si quieren escuchar la música y sobre todo la voz y los textos de la mijita rica en cuestión, basta con seguir este lazo sencillamente ==> http://www.myspace.com/emklem
Hasta la vista..!
Hasta la vista..!
No quise mas aquella vez, lo cual es verdad, ya que después del concierto y la tomatera party que vino después, me encontré con un loquillo chileno que conozco de vista y desde añazos ya, Mario, de Gomez Carreño, al cual se le rinde un homenaje, aunque a lo mejor no lo sepa nunca. Who cares anyway...
Siniestro personaje y que camina kilómetros todos los dias, siguiendo aquel viejo precepto, que se ha transformado en toda una filosofía, la del "pobre caminante" y del cual me hago el eco yo también, ya que una de mis buena costumbres y que data de los años 60 en Valparaiso y que es de hacer todo "a pata no mas"...
Agrego también que fué uno de mis numerosos apodos, cuando estaba en la Universidad por lo menos y que una de mis especialidades era de irme a pata desde alla (cerca del Estadio en Playa Ancha) hasta la casa de la santa abuelita, (detras de la avenida Argentina) lo cual significaba mas o menos una buena hora de marcha.
Lo otro que me molesta ahora, cuando recuerdo todo éso, es de no haber tenido en aquellos años un lector mp3 o algo por el estilo, para amenizar la caminata. Y no era por falta de guita, aunque de todas maneras habría sido el problema principal también, si no que porque todavía no existían los mentados aparatos aquellos, snif, snif...
Agrego también que fué uno de mis numerosos apodos, cuando estaba en la Universidad por lo menos y que una de mis especialidades era de irme a pata desde alla (cerca del Estadio en Playa Ancha) hasta la casa de la santa abuelita, (detras de la avenida Argentina) lo cual significaba mas o menos una buena hora de marcha.
Lo otro que me molesta ahora, cuando recuerdo todo éso, es de no haber tenido en aquellos años un lector mp3 o algo por el estilo, para amenizar la caminata. Y no era por falta de guita, aunque de todas maneras habría sido el problema principal también, si no que porque todavía no existían los mentados aparatos aquellos, snif, snif...
Y ahi llego, de repente, cuando el concierto ya se habia terminado, caminando como una alma en pena y sin que nadie lo llamara, salvando la onda. Sobre todo que andaba con la guitarra alcahuete y un bolso lleno de botellas de Heineken. Una de mis bebidas favoritas y con el cual terminé tomando aquella sublime cerveza, cantando, inventando letras y hablando boludeces hasta las 5 de la mañana. También se nos agrego un arabe, que se instalo con nosotros y converso su resto también. De mas esta decir que luego llegué al departamento, muerto de risa y mas cocido que poto de guagua.
Momentos simpáticos y que dejan su huella : una sonrisa en la memoria y un zumbido en la oreja...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario